02 June 2011

Open Letter to Mr. President of the Republic Don Sebastián Piñera, a translation


This is an Open Letter to Mr. President of the Republic Don Sebastián Piñera, concerning the approval of the HidroAysén Dam Project, on 9 May, 2011. My English translation follows the original castellano.

Thank you very much to Brian Patrick Corcoran for forwarding this to me.


CARTA ABIERTA AL SEÑOR
PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
DON SEBASTIÁN PIÑERA

 
Señor Presidente:

Con el respeto que me merece su  persona y su investidura, me permito en mi calidad de ciudadano libre de compromisos políticos, empresariales e institucionales,  plantearle algunas preguntas y un comentario en relación al megaproyecto Hidroaysén, próximo a ser votado en cuanto a su factibilidad.


Preguntas:

¿Está usted dispuesto a cargar en su consciencia el que bajo su presidencia se haya aprobado el más brutal Megaproyecto de la historia de Chile, en cuanto a sus devastadores impactos ambientales, sociales  y  culturales?

¿Imagina usted el infierno de impacto social y cultural que significará para los asentamientos humanos de la región vivir diez o doce años rodeados de megamaquinarias y de miles de trabajadores no locales destruyendo y devastando su entorno, su cotidianeidad, sus costumbres y su tranquilidad familiar? ¿Está usted dispuesto a cargar eso en su consciencia?

¿Piensa usted que una línea de transmisión de 2.300 kilómetros con torres de 70 metros de altura (equivalentes a edificios de 20 a 25 pisos) cada 400 metros, que, según análisis preliminares basados en peticiones mineras realizadas por y para los interesados, fragmentaría 6 parques nacionales, 11 reservas nacionales, 26 sitios prioritarios de conservación, 16 humedales y 32 áreas protegidas privadas, es algo liviano como para cargas en su conciencia? 

¿Ha pensado usted que una franja de 2.300 kilómetros de largo por 100 metros de ancho para instalar las torres, significan 23.000 hectáreas de total deforestación? Cuatro veces más que las presuntas hectáreas que serán inundadas por las represas ¿En adición a lo anterior, ha reflexionado usted sobre la descomunal destrucción de naturaleza que significará trasladar, desde unos pocos puertos, 5.750 torres de esa magnitud a su lugar de emplazamiento? ¿Vale la pena eso en la consciencia?

De concretarse la construcción de dicha línea, Chile podrá sentirse “orgulloso” de haber generado la cicatriz más grande del planeta. ¿Cabría tal “orgullo” en su conciencia?

Es un hecho que, a pesar de la desinformación, la publicidad maliciosa, las presiones y las tácticas de seducción locales a través de regalitos realizadas por la empresa,  una clara mayoría ciudadana se manifiesta contraria al proyecto.  ¿Siendo nuestro país una presunta democracia, cabe en su conciencia que esa ciudadanía que hizo posible que usted fuera Presidente, no sea respetada?

Muchos sabemos, y desde luego usted también sabe, los múltiples vicios que se han cometido en el Estudio de Impacto Ambiental. No sólo el haber despreciado e ignorado totalmente la participación y las observaciones ciudadanas que la ley garantiza. Ha habido mentiras, descalificaciones y adulteraciones de todo tipo, que resultan inaceptables para una ciudadanía responsable y preocupada por un futuro digno para el país. El resultado final, de aprobarse el proyecto, sería el de constatar una vez más, que vivimos en un país que practica toda clase de rituales democráticos falsificados y enmascarados, de tal manera que el poder y el dinero acaben siempre siendo los vencedores. ¿Estría usted dispuesto a corroborar esta verdad con su conciencia?
El hecho de que la construcción de las represas se presente como un proyecto distinto y separado del de la línea de transmisión es no sólo una bofetada al sentido común, sino una grave ofensa a la inteligencia ciudadana. La más elemental honestidad y transparencia institucionales (de que tanto se habla como propósito del gobierno) obligaría a evaluar lo que realmente corresponde; es decir un solo proyecto que incluye represas y línea de transmisión. El hecho que no se haga como corresponde es obvio. El rechazo del proyecto sería casi seguro. ¿Está usted dispuesto a legitimar este tipo de truco en su consciencia?

Comentario.

Permítame aclararle, señor Presidente, que no soy un “terrorista ambientalista” ni un fundamentalista fanático. Tengo un prestigio internacional bien ganado y consolidado como intelectual que ha trabajado en el diseño de alternativas económicas y de desarrollo que eviten los desastres locales y globales que estamos experimentado tan duramente en las últimas décadas. Para mi, respeto a todas las formas de vida, amor a la Naturaleza, belleza, felicidad, dignidad, bienestar y calidad de vida, son componentes que no pueden ni deben estar marginados del concepto de desarrollo. Es más, sostengo con toda mi fuerza que ningún interés económico, bajo ninguna circunstancia, puede estar sobre la reverencia por vida; de todas las manifestaciones de la vida. ¿Cuántos de estos principios respeta el monstruo de Hidroaysén?

Usted ha manifestado en múltiples oportunidades que Chile está próximo a ser un país desarrollado. ¿Cómo entiende usted el desarrollo? ¿Se trata de alcanzar un determinado PIB per capita? En mi opinión se trata de cumplir con las condiciones que acabo de enumerar. Y para cumplirlas nos falta mucho, muchísimo señor Presidente. Desde luego que favorecer proyectos como Hidroaysén, que prioritariamente contribuyen al enriquecimiento de corporaciones trasnacionales que no le deben ninguna lealtad a Chile, nos aleja aún más del verdadero desarrollo que necesitamos.

Aún cuando no existe entre usted y yo una amistad profunda, hemos mantenido cordiales relaciones personales desde hace muchos años. He apreciado su inteligencia y sus capacidades. Del mismo modo me fui formando la impresión de que usted era uno de los pocos políticos sensibles al medioambiente y amante de la naturaleza. A pesar de que no voté por usted, me sentí contento de que tendríamos un Presidente capaz de concebir un desarrollo armónico entre economía y Naturaleza. Me apenaría mucho, no sólo por mí, sino por usted, el poder haberme equivocado.

Hago votos, señor Presidente porque inicie usted un diálogo profundo con su conciencia. Quienes realmente amamos la notable belleza de nuestro país sinceramente lo esperamos. 
Saluda a usted cordial y respetuosamente,

 
Prof. Dr. h. c. Manfred Max-Neef
Ex Rector
Director Instituto de Economía
Universidad Austral de Chile 



OPEN LETTER
 TO MR. PRESIDENT OF THE REPUBLIC
 DON SEBASTIÁN PIÑERA


Mr. President,

With the respect that I grant your person and your investiture, permit me in my capacity as a free citizen of political, business, and institutional commitments, to submit some questions and a commentary in relation to the Hidroaysén megaproject, soon to be voted on, as to its feasibility.

Questions:

Are you prepared to burden your conscience with what, under your presidency, will have approved the most brutal megaproject in the history of Chile, in regard to its devastating environmental, social, and cultural impacts?

Can you imagine the inferno of social and cultural impact that this will represent for human settlements of the region, to live ten or twelve years surrounded by mega machines and millions of non-local workers destroying and devastating their surroundings, their daily life, their customs, and their familiar tranquility? Are you prepared to burden your conscience with that?

Do you think that one line of transmission of 2,300 kilometers with 70 meter high towers (equivalent to 20 - 25 story buildings) each 400 meters, that, according to preliminary analysis based on mining requests made by and for the stakeholders, among them, 6 national parks, 11 national reserves, 26 priority conservation sites, 16 wetlands, and 32 private protected areas, is something light to load onto your conscience?

Have you thought that a strip of 2,300 kilometers in length by 100 meters in width to install the towers means 23,000 hectares in total deforestation? This is four times more than the presumed hectares that will be flooded by the dams. In addition to this, have you reflected upon the enormous destruction of nature that the transfer, from a few ports via 5,700 towers of this magnitude, to the final destination, represents? Does this cause pain to your conscience?

To achieve the construction of said line, Chile can feel "proud" to have generated the largest scar on the planet. Could there be such "pride" in your conscience?

It is a fact that, despite the disinformation, the malicious publicity, the pressures, and the tactics of local seduction by way of little gifts presented by the firm, a clear citizen majority has emerged against the project. Our nation being a presumed democracy, does it confront your conscience that these citizens who made possible that you were President would not be respected?

Many of us know, and of course you also know, the multiple vices that have been committed in the Environmental Impact Study. Not only was it to have totally disregarded and ignored the participation and the observations of citizens that the law guarantees. It has made lies, defamations, and adulterations of all types, which results are inacceptable for a responsible citizenry that is concerned about a dignified future for the country. The final result of approving the project will be to verify, once again, that we live in a country that practices all classes of falsified and masked democratic rituals such that power and money always end up the winners. Would you be willing to corroborate this truth with your conscience?

The fact that the construction of the dams is presented as a project distinct and separate from that of the transmission lines is not only a slap in the face of common sense, but a grave offense to the citizens' intelligence. The most elemental institutional honesty and transparency (of which so much is spoken of as an intention of the government) obligatory to evaluate what is actually going on is to speak of only one project that includes dams and the transmission line. The fact that it would not be done as it should is obvious. The rejection of the project is almost certain. Are you prepared to legitimize this type of trickery in your conscience?


Commentary.

Permit me to make clear, Mr. President, that I am not an "environmental terrorist," nor a fanatic fundamentalist. I have a well gained and consolidated international prestige as an intellectual that has worked in the design of alternative economics and development that avoids the local and global disasters that we are experimenting with so harshly in these last decades. For me, respect for all the forms of life, love of nature, beauty, happiness, dignity, well-being, and quality of life are components that cannot nor should not be marginalized from the concept of development. What's more, I sustain with all of my force that no economic interest, under no circumstances, can be higher than the reverence for life – of all the manifestations of life. How many of these principles does the Hidroaysén monster respect?

You have expressed on multiple occasions that Chile is on the verge of becoming a developed nation. How do you understand development? Does it try to reach a determined GDP per capita? In my opinion, it tries to comply with the conditions that I have just enumerated. And to achieve those, we are very lacking, Mr. President. Of course, to favor projects like Hidroaysén, which primarily contribute to the enrichment of transnational corporations that have no loyalty to Chile, we move even farther away from the true development that we need.

Even though there is no profound friendship between you and me, we have maintained cordial personal relations for many years. I have appreciated your intelligence and your abilities. In the same way, I operated on the impression that you were one of the few politicians sensitive to the environment and love of nature. Despite not voting for you, I felt content that we would have a President capable of conceiving of an economic development in harmony with nature. I am very saddened, not just for myself, but for you, who could prove me wrong.

I pray, Mr. President, that you initiate a deep dialogue with your constituency. Those who truly love the notable beauty of our country sincerely await it.

Cordial and respectful greetings to you,
Prof. Dr. h. c. Manfred Max-Neef
Ex Rector
Director, Institute of Economy
Southern University of Chile

For more on the Dam Project, see:










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